lunes, 13 de enero de 2014

La mirada de Jorge Basadre sobre José Carlos Mariátegui II

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En un plano distinto al de la Universidad pero influyendo hondamente en las nuevas generaciones se desenvolvió la obra de José Carlos Mariátegui .La patria intelectual de Mariátegui fué el periodismo diario.Del periodismo, crecido y modernizado en los primeros quince años del siglo, surgió un personalidad que la Universidad no había podido producir.

José Carlos Mariátegui ofrece un caso sin precedentes continentales, de autodidactismo.En él, sí surtió sus efectos bienhechores el viaje a Europa que a tantos aumenta o conserva la superficialidad.El irónico atisbador de habladurías políticas en las buscadas  “Voces” de “El tiempo” de 1915-918, el frustrado  autor de “Las Tapadas” y “La Mariscala”,el elegante iniciador de una decadente literatura turfística,el protagonista de aventuras sonadas en la bohemia literaria limeña ,regresó de Alemania y de Italia ,en donde  estuvo entre 1919 y 1923,acentuando la orientación que incipientemente iniciara con “Nuestra Época”, fugaz periódico de crítica social inspirado en “España” de Araquistain , y con “La Razón” de 1919 .Y si primero hubo lugar a la extrañeza y a la desconfianza, la experiencia de seis años es suficiente para borrarlas ahora convirtiéndolas en respeto', admiración y aun veneración. Mariátegui en ese plazo vió marchar al destierro o al receso a muchos de sus compañeros y amigos, sufrió insistentes amenazas de la muerte providencialmente resistidas por su endeble organismo, conoció el aislamiento, la prisión y la pobreza y todo ello parece que, en el fondo, no hizo sino acentuar sus ideas y su propaganda con una continuidad que a veces llegó hasta la monotonía. Mariátegui conoció Europa en los días de la marejada revolucionaria de la post-guerra. El ejemplo de Rusia, seguido amenazantemente en Alemania, Hungría e Italia, la crisis de todo orden que tiene sus exponentes paradojales en el incremento de la sensualidad, en el jazz, en la moda orientalista y teosófica, en Pirandello y en el bolchevismo, eran, para la civilización capitalista u occidental, nubes y sombras tras de las cuales parecía anunciarse el diluvio de la Revolución Social. Mariátegui regresó inoculado con una fé inmensa que le sirvió, pese a su enfermedad trágica en las piernas, de aliento y de sostén. Sus artículos inmediatamente posteriores a su llegada. compilados en el libro "La Escena Contemporánea", contribuyeron a que mucha gente encontrara sentido y sabor a los sucesos del mundo, cuyo comentario estaba aquí entregado a cronistas adocenados o inertemente conservadores. Pero, a su vez, esos artículos se esforzaron en anunciar la caída más o menos inminente de la organización social con un tono que, a pesar de la sobriedad periodística, resultaba de profecía y de apocalipsis. Yo sé de algunos mozos que, a base de lecturas mal digeridas de estos artículos, creían que todos los hombres más ilustres e inteligentes del mundo e8taban al servicio de la Revolución y que Unamuno, Romain Rolland, Anatole France, Spengler, Wells, Shaw, Bertrand Russell, Vasconcelos, eran comunistas.

Los años, por desgracia, enseñaron una vez la relatividad de toda esperanza, y Mariátegui supo luego constatar la etapa de reconstrucción capitalista por Ia que atravesó el mundo entre 1923 y 1929, la estabilidad del fascismo, el desmoronamiento de las izquierdas en Francia, las esperanzas excesivas que se pusieron en el Kuo Min Tang. Los años hicieron también que se acendrara y aumentase el "stock" cultural de Mariátegui. Y es así cómo en su biblioteca se podía encontrar libros y periódicos sobre temas literarios, políticos y sociales que en ninguna otra parte de Lima había; y su casa, concurrida por algunos amigos selectos y también por algunos admiradores insignificantes, era uno de los pocos lugares donde se podía conversar sobre temas elevados. Los años, asimismo, sin alterar el fondo de dogmatismo de su fe, que acaso se basó tanto en sugerencias multitudinarias como en personalísimas causas orgánicas, lo hicieron mirar la realidad del Perú. "7 Ensayos de Interpretación", fue el fruto de ello.

Las ideas sociales en el Perú habían sido agitadas con vocerío, retórica, vaguedad y confusionismo. La tacha que pudo ponerse al grupo que actuó en las jornadas estudiantiles de 1923 y 1924, tan maravilloso en su sentido energeta y abnegado, fué precisamente ésa. El mismo Prada también pecó en ese sentido. Mariátegui señala ya un grado adulto en las ideas sociales entre nosotros: una tendencia al examen, a la dilucidación, a la interpretación. Nunca tiene un grito procaz ni una frase rimbombante. Su estilo es preciso, como de ingeniero; y aséptico, como de médico. Está exento del horror al estudio que hay en el fondo de toda alma de demagogo. Sabía muy bien Mariátegui que la Historia no es sólo oficio de "intelectuales de panteón"; que hay que meditar y leer mucho porque la ciencia infusa no existe; que la cultura no es la "estricnina del talento" sino "la espuela para que Pegaso vuele más lejos y más alto".

Mariátegui no fué a la realidad peruana como van algunos por un mero prurito de comodidad ("es lo que podemos conocer bien mientras que lo europeo es estudiado debidamente por quienes están en más favorables condiciones para hacerla"). Fué con un propósito pragmático y circunscrito; para fundamentar una tésis, para contribuir al socialismo peruano. Su posición no es, pues, la de un intelectual propiamente dicho: el intelectual, ante todo, siente la voluptuosidad del problema, de la pesquisa en sí: es un hombre de interrogaciones. La posición de Mariátegui es la de un agitador, está llena de proselitismo; se sabía siempre adónde iban a parar sus reflexiones como en las películas yanquis se sabe que todo concluye en boda; es la posición de un hombre de respuestas.

Como hombre de respuestas, estudió  la realidad peruana para hallar soluciones; y, como dijo en el editorial de "Amauta" titulado "Aniversario y Balance”, esperaba una transformación, pero considerando a esa transformación como un sector del advenimiento del socialismo en el mundo, por lo cual rechazaba perentoriamente "todo partido nacionalista pequeño-burgués". Aquí se marcó su divergencia con Haya de la Torre y el Apra.

Las deficiencias y los vacíos que los especialistas pueden encontrar en estos ensayos son múltiples. Inclusive esas deficiencias y vacíos cabe constatarlas desde un punto de vista marxista. Ya Ramón Doll y Jaime Morenza en la Argentina y Jorge Núñez Valdivia en el Perú, en sus comentarios periodísticos lo hicieron notar. Y en el plano netamente político, hay que recordar que los dirigentes del comunismo en América censuraron y destruyeron el proyecto de Mariátegui de formar en el Perú un amplio partido socialista, acusándolo de recaer con ello en una desviación reformista o confusionista incompatible con la férrea línea de reivindicación de clase (obreros y campesinos) que el comunismo propugna internacionalmente.

Pero, a pesar de todo, con todas las rectificaciones que desde todos los campos se hagan a la obra de Mariátegui, aun suponiendo que ella más tarde quede superada, siempre quedará en pié su ejemplo y su significado. Nunca merecerá esta obra "el silencio destinado a playos escritorzuelos malévolos, ni el empellón agresivo a las nulidades con aureola y sitial, ni los romos adjetivos laudatorios a los escritorzuelos meramente simpáticos" sino el "análisis filoso y desbastado" destinado a las obras que palpitan y viven, que enfocan intereses permanentes, que quieren el bien de los más. Nadie podrá arrebatarle a Mariátegui el título de iniciador de los estudios socialistas en el Perú. Nadie tendrá derecho a dejar de admirar su consagración a la cultura y a la justicia social en un ambiente frío y envenenado; y si, al principio, su vida fué bohemia y aun impura, esta disciplina final que el dolor físico 'no hizo sino acendrar, es un ejemplo de cómo la grandeza puede nacer no en el fácil ejercicio de un don innato sino en la libre selección de un alma que se castiga.

En una de las terribles crisis de su enfermedad, dijo Mariátegui que las vidas son como flechas y que él sabía que la suya aún no había llegado al blanco. Y la muerte llegó a su lecho sólo después de que publicó sus dos libros y continuó su revista. Sin embargo, su persuasión ha faltado más tarde. Tras de la etapa de estabilización capitalista iniciada en 1923 y terminada en 1929, ha venido en el mundo una etapa de intensas luchas sociales que los problemas de la desocupación, del armamentismo, de los celos nacionales acentúan en los países capitalistas frente al maravilloso esfuerzo que implica el "plan de los cinco años" soviético. Lo ocurrido con el Kuo Ming Tang chino y con la revolución mexicana demuestra la necesidad de que las transformaciones sociales tengan hoy un carácter claramente socialista y estén vinculadas a análogos fenómenos en el mundo, de acuerdo con la tesis de Mariátegui. Por todo ello, su gloria será más duradera, más 'auténtica y más benéfica que la de quienes por mediocridad o por ambición, trabajan para el presente. Y resulta simbólico el hecho de que el día de su entierro, el fúnebre paseo por las calles estuviese enmarcado nó por negros crespones sino por rojas banderas flameantes, nó por silencios contritos, fanfarrias protocolares ni rezos gemebundos, sino por la ilusa unción de las canciones proletarias.

En momentos de concluir la impresión de este libro, leo en "The New Republic" (12 de Agosto) un capítulo titulado "Dos peruanos: dictador y poeta" del libro próximo de Waldo Frank "América Hispana". Por el renombre universal de Frank y la repercusión de lo que escribe, vale la pena hacer algunas rectificaciones a esta magnífica interpretación. Frank contrapone, como ya lo han hecho algunos, Mariátegui a Leguía. Pinta admirablemente a Leguía pretendiendo introducir el capital en el Perú pero se contradice al darle una fina percepción de los valores intelectuales ya que este hombre frío y mercantil resulta apadrinando al joven periodista, enviándolo a Europa y ofreciéndole en seguida cualquier cargo honroso y lucrativo, a lo cual, en una escena de cinema - el "bueno" y el "malo" - Mariátegui hubiera respondido: "Soy su enemigo, señor. Voy a dedicar mi vida a combatir a usted y a lo que usted defiende”.

Sólo en un sentido muy amplio puede decirse que Mariátegui combatiese a Lcguía. Enviado a Europa, después de la campaña oposicionista de "La Razón", nó porque Leguía le tuviese especial deferencia sino porque era costumbre suya conceder favores a quien se sometiese, Mariátegui acaso le conservó siempre un fondo de gratitud o por táctica tuvo precisamente lo que Belaúnde ha llamado "inexplicables silencios”. Por táctica porque hubiera sido deportado o, por lo menos, impedido de publicar su revista "Amauta" o de colaborar en las revistas "Mundial" y "Variedades", por lo demás de subido color leguiísta; y porque se hubiera suscitado enojosas recriminaciones personales. Para la obra que vino a realizar Mariátegui desde Europa, Leguía resultaba paradojalmente Útil porque adoptar como único programa su caída era  hacer juego a la oligarquía desplazada del poder político pues las fuerzas nuevas no habían madurado aún. Cierto es que alguna vez tuvo Mariátegui la veleidad de soñar en un golpe ayudando a Alfredo Piedra quien sería "nuestro Kerenski" pero él mismo o los acontecimientos lo mantuvieron luego en su línea. En cuanto a las persecuciones intermitentes, que, de otro lado, siempre terminaron dejándolo actuar otra vez, se debieron al excesivo celo policiaco de entonces, al fantasma "comunista" o a represiones por las actividades de los desterrados afines en ideas a Mariátegui. En suma, para Mariátegui, combatir a Leguía no era lo esencial, sino difundir ideas, preparar el ambiente ideológico para la "gran transformación" y muchas fueron las veces que Mariátegui coincidió con el leguiísmo atacando a la oligarquía tradicional. Muy común es la tendencia a mirar sólo el presente, a adoptar ante el hecho histórico que se tiene delante una actitud de enloquecimiento considerándolo algo así como un hecho definitivo después del cual se va a acabar el mundo.Es un proceso de "suicidio" del individuo, de desesperación, de precipitación. Una sensibilidad histórica más perspicaz, sabe, por el contrario, la ciencia de la serenidad y de la paciencia, que nada tiene que ver por cierto con la pasividad y la resignación. La acción genial puede acelerar el rumbo de la historia pero sólo en la medida en que la época y el momento lo permiten .Algo de esto debió meditar o intuir seguramente Mariátegui cuya obra por lo mismo que no rozaba los intereses inmediatos y era de tipo estrictamente intelectual, carecía de fundamental importancia ante los ojos de Leguía y de quienes como él pensaban.(1)




(1)BASADRE GROHMAN, Jorge. Perú: Problema y Posibilidad.3ra edición Banco internacional de Perú. 1979. Págs.194-201 





Catervas - Dibujándonos





Space Bee - Sin Mirar





Los Uros del Titicaca - "Ojos azules" - versión del huayno peruano "Ojos bonitos"





Ska-P El Vals del Obrero... Resistencia!





PSICOSIS - EL BAILE DEL CURA





Chuck Berry y John Lennon - Johnny B. Good - (Sub. Español)





Michael J Fox - Johnny B Goode (cover para la película Volver al futuro(Back to the Future)(sub.español )



Leadbelly - Cotton fields





John Fogerty - Cotton fields (cover - Sub.español)





Buddy Holly - Crying Waiting Hoping (sub.español - versión actualizada)






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Punto y Aparte



Washington Delgado

LOS PENSAMIENTOS PUROS

Señor rentista, señor funcionario,
Señor terrateniente,
Señor coronel de artillería,
El hombre es inmortal:
Vosotros sois mortales.
Es curioso cómo la podredumbre
Se adelanta a veces al cadáver.
Soportad vuestro olor, mostradlo
Si queréis, poquito a poco.
Pero no habléis.
Señores, enseñad el trasero
Pero no lloréis nunca,
Cierta decencia es necesaria
Aun entre las bestias.
Pensad en el cielo, también,
En las alas blancas
Y en la música de las arpas
Dulcemente tocadas
Por vuestras dulces manos.
Pensad en vuestros libros de lectura, en las viudas
Tísicas y abandonadas que ayudaréis con una
trompeta de oro.
Pensad en vuestros billetes, en los veranos junto al mar, en la mucama rubia, en el amante moreno, en los pobres que besaréis en la otra vida, en las distancias terrestres, en los cielos de almíbar.
Pensad en todo,
Vuestros días sobre la tierra no serán numerosos.


LAS BUENAS MANERAS

 Es peligroso caminar
con un nombre en los labios.
No digas nunca
España, Leningrado, muchacha,
querida tierra.
Aprende las buenas maneras de la vida,
la vida es silenciosa
y el silencio tiene numerosas palabras:
buenos dias, ha llegado el verano,
los precios suben
si los salarios suben, la patria espera
vuestro sacrificio, el señor presidente
deplora lo sucedido, los señores ministros
confían en el futuro, el feroz asesino
fue ajusticiado, Dios
bendiga a nuestro pueblo.
Viejas palabras dulces,
inútiles y tiernas
como almanaques viejos.
¿Para qué decir
España, Leningrado, muchacha,
tierra querida?
No camines con un nombre en los labios.


SI TU AUSENCIA ESTA RODEADA

Si tu ausencia está rodeada
de papeles
frecuentada
por sonidos usuales
como verte, como verte

Cómo verte ya nunca
en un lugar o en otro,
erguida en tu figura
a pesar de las sombras,
de las palabras, de los sueños
que estuvieran cubriéndote.
Todo, todo te impide
destruir
estas formas del frío
y del silencio,
este peso inviolable
de metales y flores
nutrido por tu ausencia.
Y nada puede devolverte
al espacio concreto
donde tú sola
me importabas.

(De Formas de tu ausencia, Lima 1956)



Space Bee - Sin Mirar





Victor Manuel - Linda flor





Ska- P Canto a la rebelión





Futuro Incierto - Si Tu No Estas





Catervas- Imposible Hoy





Chuck Berry - Johnny B Good (Sub.castellano)





Lead Belly - Where Did You Sleep Last Night?(1944)





Nirvana-Where Did You Sleep Last Night (Sub.Ingles - Español)





Nirvana - Where Did You Sleep Last Night (Sub.Español)





Buddy Holly - Everyday(Sub. Español)





Buddy holly - True love Ways (subtitulado al español)









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