El Día de la Mujer
Por : Alejandra Kollontai
¿Qué es el día de la mujer? ¿Es
realmente necesario? ¿No es una concesión a las mujeres de clase burguesa, a
las feministas y sufraguistas? ¿No es dañino para la unidad del movimiento
obrero? Esas cuestiones todavía se oyen en Rusia, aunque ya no en el
extranjero. La vida misma le ha dado una respuesta clara y elocuente a estas
preguntas.
El día de la mujer es un eslabón
en la larga y sólida cadena de la mujer en el movimiento obrero. El ejército
organizado de mujeres trabajadoras crece cada día. Hace veinte años las
organizaciones obreras sólo tenías grupos dispersos de mujeres en las bases de
los partidos obreros… Ahora los sindicatos ingleses tienen más de 292.000
mujeres sindicadas; en Alemania son alrededor de 200.000 sindicadas y 150.000
en el partido obrero, en Austria hay 47.000 en los sindicatos y 20.000 en el
partido. En todas partes, en Italia, Hungría, Dinamarca, Suecia, Noruega y
Suiza, las mujeres de la clase obrera se están organizando a sí mismas. El
ejército de mujeres socialistas tiene casi un millón de miembros. ¡Una fuerza
poderosa! Una fuerza con la que los poderes del mundo deben contar cuando se
pone sobre la mesa el tema del coste de la vida, el seguro de maternidad, el
trabajo infantil o la legislación para proteger a las trabajadoras.
Hubo un tiempo en el que los
hombres trabajadores pensaron que deberían cargar ellos solos sobre sus hombros
el peso de la lucha contra el capital, pensaron que ellos solos debían
enfrentarse al «viejo mundo» sin el apoyo de sus compañeras. Sin embargo, como
las mujeres de clase trabajadora entraron en las filas de aquellos que vendían
su trabajo a cambio de un salario, forzadas a entrar en el mercado laboral por
necesidad, porque su marido o padre estaba en el paro, los trabajadores
empezaron a darse cuenta de que dejar atrás a las mujeres entre las filas de
«no-conscientes» era dañar su causa y evitar que avanzara. ¿Qué nivel de
conciencia posee una mujer que se sienta en el fogón, que no tiene derechos en
la sociedad, en el estado o en la familia? ¡Ella no tiene ideas propias! Todo
se hace según ordena su padre o marido…
El retraso y falta de derechos
sufridos por las mujeres, su dependencia e indiferencia no son beneficiosos
para la clase trabajadora, y de hecho son un daño directo hacia la lucha
obrera. ¿Pero cómo entrará la mujer en esa lucha, como se la despertará?
La socialdemocracia extranjera no
encontró la solución correcta inmediatamente. Las organizaciones obreras
estaban abiertas a las mujeres, pero sólo unas pocas entraban. ¿Por qué? Porque
la clase trabajadora al principio no se percató de que la mujer trabajadora es
el miembro más degradado, tanto legal como socialmente, de la clase obrera, de
que ella ha sido golpeada, intimidada, acosada a lo largo de los siglos, y de
que para estimular su mente y su corazón se necesita una aproximación especial,
palabras que ella, como mujer, entienda. Los trabajadores no se dieron cuenta
inmediatamente de que en este mundo de falta de derechos y de explotación, la
mujer está oprimida no sólo como trabajadora, si no también como madre, mujer.
Sin embargo, cuando los miembros del partido socialista obrero entendieron
esto, hicieron suya la lucha por la defensa de las trabajadoras como asalariadas,
como madres, como mujeres.
Los socialistas en cada país
comienzan a demandar una protección especial para el trabajo de las mujeres,
seguros para las madres y sus hijos, derechos políticos para las mujeres y la
defensa de sus intereses.
Cuanto más claramente el partido
obrero percibía esta dicotomía mujer/trabajadora, más ansiosamente las mujeres
se unían al partido, más apreciaban el rol del partido como su verdadero
defensor y más decididamente sentían que la clase trabajadora también luchaba
por sus necesidades. Las mujeres trabajadoras, organizadas y conscientes, han
hecho muchísimo para elucidar este objetivo. Ahora el peso del trabajo para
atraer a las trabajadoras al movimiento socialista reside en las mismas
trabajadoras. Los partidos en cada país tienen sus comités de mujeres, con sus
secretariados y burós para la mujer. Estos comités de mujeres trabajan en la
todavía gran población de mujeres no conscientes, levantando la conciencia de
las trabajadoras a su alrededor. También examinan las demandas y cuestiones que
afectan más directamente a la mujer: protección y provisión para las madres
embarazadas o con hijos, legislación del trabajo femenino, campaña contra la
prostitución y el trabajo infantil, la demanda de derechos políticos para las
mujeres, la campaña contra la subida del coste de la vida…
Así, como miembros del partido,
las mujeres trabajadoras luchan por la causa común de la clase, mientras al
mismo tiempo delinean y ponen en cuestión aquellas necesidades y sus demandas
que les afectan más directamente como mujeres, amas de casa y madres. El partido
apoya esas demandas y lucha por ellas… Estas necesidades de las mujeres
trabajadoras son parte de la causa de los trabajadores como clase.
En el día de la mujer las mujeres
organizadas se manifiestan contra su falta de derechos. Pero algunos dicen ¿por
qué está separación de las luchas de las mujeres? ¿Por qué hay un día de la
Mujer, panfletos especiales para trabajadoras, conferencias y mítines? ¿No es,
en fin, una concesión a las feministas y sufraguistas burguesas? Sólo aquellos
que no comprendan la diferencia radical entre el movimiento de mujeres
socialistas y las sufraguistas burguesas pueden pensar de esa manera.
¿Cuál es el objetivo de las
feministas burguesas? Conseguir las mismas ventajas, el mismo poder, los mismos
derechos en la sociedad capitalista que poseen ahora sus maridos, padres y
hermanos. ¿Cuál es el objetivo de las obreras socialistas? Abolir todo tipo de
privilegios que deriven del nacimiento o de la riqueza. A la mujer obrera le es
indiferente si su patrón es hombre o mujer.
Las feministas burguesas demandan
la igualdad de derechos siempre y en cualquier lugar. Las mujeres trabajadoras
responden: demandamos derechos para todos los ciudadanos, hombres y mujeres,
pero nosotras no sólo somos mujeres y trabajadoras, también somos madres. Y
como madres, como mujeres que tendremos hijos en el futuro, demandamos un
cuidado especial del gobierno, protección especial del estado y de la sociedad.
Las feministas burguesas están
luchando para conseguir derechos políticos: también aquí nuestros caminos se
separan: para las mujeres burguesas, los derechos políticos son simplemente un
medio para conseguir sus objetivos más cómodamente y más seguramente en este
mundo basado en la explotación de los trabajadores. Para las mujeres obreras,
los derechos políticos son un paso en el camino empedrado y difícil que lleva
al deseado reino del trabajo.
Los caminos seguidos por las
mujeres trabajadoras y las sufraguistas burguesas se han separado hace tiempo.
Hay una gran diferencia entre sus objetivos. Hay también una gran contradicción
entre los intereses de una mujer obrera y las damas propietarias, entre la
sirvienta y su señora… Así pues, los trabajadores no deberían temer que haya un
día separado y señalado como el Día de la Mujer, ni que haya conferencias
especiales y panfletos o prensa especial para las mujeres.
Cada distinción especial hacia
las mujeres en el trabajo de una organización obrera es una forma de elevar la
conciencia de las trabajadoras y acercarlas a las filas de aquellos que están
luchando por un futuro mejor. El Día de la Mujer y el lento, meticuloso trabajo
llevado para elevar la auto-conciencia de la mujer trabajadora están sirviendo
a la causa, no de la división, sino de la unión de la clase trabajadora.
Dejad que un sentimiento alegre
de servir a la causa común de la clase trabajadora y de luchar simultáneamente
por la emancipación femenina inspire a las trabajadoras a unirse a la
celebración del Día de la Mujer.
1913
Suray Surita - Marina Tafur - Lírica Andina
WIFALA.- KUKULI DEL PERU
Sylvia Falcón - PARAS
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